Con frecuencia en nuestro día a día solemos tener algún episodio de sensibilidad dental, cuando bebemos algo muy brío, cuando mordemos sin querer un cubierto, cuando nos cepillamos los dientes, etc.
Esto se debe en gran medida al cuidado de nuestra higiene bucal. Algo tan simple como lavarse los dientes después de cada comida puede evitar que nuestros dientes se desgasten y dejen expuesta la dentina a agentes externos que puedan dañar nuestros dientes y producirnos dolor.
Aquí te dejamos algunos consejos para evitar esa sensibilidad.
- Reducir o erradicar el consumo de bebidas azucaradas (refrescos, bebidas energéticas, zumos…).
- No abusar de productos ácidos.
- Hacer uso de enjuagues bucales después del cepillado para acabar de eliminar la placa residual y procurar que sean sin alcohol, ya que eso también puede dañar nuestros dientes con el paso del tiempo.
- Utilizar una férula en caso de bruxismo.
- No apretar el cepillo cuando nos limpiamos los dientes ni realiza movimientos bruscos.
En nuestro curso de higiene bucodental tratamos la sensibilidad dental para formar a nuestros alumnos en el ámbito de la prevención de esta, ya que es una de las patologías que más extendida está en la sociedad. Otros cursos que también resultan de interés para las nuevas generaciones de expertos bucodentales es el curso de prótesis dental.